El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

jueves, 28 de febrero de 2013

Sé realista -exígete lo imposible: lema para marzo

#caminoaelche Cómo curte desgranar series en el rodillo
El tiempo vuela. Time flies. Se va febrero con un total de 40 horas 11' de entrenamientos -horas que podrían ser bastantes menos si fuera más rápido nadando y un as del ciclismo. En todo caso, hasta ahí hemos llegado: 371 kms de bici, 122 de carrera y 28350 m de agua, a los que habría que añadir cinco sesiones de gimnasio y tres de rodillo. Un mes de mal tiempo y mucho viento: febrerillo loco, que diría mi madre. Un mes en que, más de una vez me he preguntado qué hago metido en esto; un mes en que, más de una vez, me he sorprendido pensando que esto me hace un poquito más feliz. Un mes del que rescato las sensaciones de haber mejorado en bici o las palabras del trainer: tienes que creértelo un poco más, tienes que entrar en la piscina como si fueras Phelps. Un mes en el que no me he sentido mal entrenando. Especialmente contento de estas últimas semanas de bastante carga; contento de arreglármelas como un jabato para combinar entrenos y vida extradeportiva. A veces, completar y seguir los entrenamientos del trainer te hacen sentir un superhombre: especialmente cuando tienes 20 o 22 horas de clase a la semana, mucho trabajo de correcciones y muchas otras cosas en la cabeza y entre manos. Lo bueno de esto es que creo que he aprendido (uno no deja de aprender con el triatlón) a desarrollar una cualidad básica en este deporte (en cualquiera, supongo): el mantener la cabeza fría y las piernas calientes.Aquí dejo unas cuantas lineas para trabajar y fortalecer ese aspecto; son ideas de perogrullo, pero esenciales para desarrollar esta cualidad y para no verse sobrepasado por las exigencias del entrenamiento de tres disciplinas deportivas y tantas otras disciplinas mentales y logísticas que conlleva el triatlón.
Lo primero, pensar que todo esto se hace por gusto y que, sin duda, si un plan de entrenamiento nos provoca estrés, algo está fallando. Lo segundo, que hay que escuchar al cuerpo: un plan de entrenamiento es importante y lleva una lógica detrás de él, pero si el cuerpo o la mente no van un día o una semana, es importante darles prioridad a estas llamadas de atención de nuestro cuerpo -se pueden suprimir o reducir ciertos entrenamientos o cambiarlos de día. Intentando, eso sí, mantener los entrenos de calidad y no realizar recombinaciones de entrenos en un mismo día que se salgan de la lógica (en principio, nadar combina bien con la bici y con la carrera, pero correr y montar en bici deben combinarse con muchísima cautela, y, casi exclusivamente, si queremos trabajar la transición bici+carrera). En tercer lugar, no tomar demasiado en serio al triatlón ni tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos -ya escribí esto en otra entrada, pero creo que es algo sobre lo que debemos reflexionar muchos de los que nos hemos enganchado a este tren: creo que tomarse esto con ilusión, incluso con pasión, es compatible con mantener una buena dosis de distancia, de humor y de sensatez. En cuarto lugar, una idea que he utilizado mucho desde los tiempos en que me auto-preparé el maratón de Donosti hace ya algunos años: en los deportes de fondo, y creo que también en el triatlón, no hay que perder de vista el todo, pero hay que centrarse en el momento, en el ahora -esto es básico para seguir un plan de entrenamientos (hoy hay que hacer lo que toca hoy y hay que ocuparse tan sólo de eso), para realizar algunos entrenamientos fraccionados o por series duro (ahora hay que realizar y centrarnos en tal o cual serie, las que quedan irán llegando solas, no permitamos que nos agobie todo lo que queda por hacer) y también para llevar a buen puerto cualquier competición (centrémonos en sectores de la carrera, en completar kilómetros, en disfrutarlos; centrémonos en llegar hasta la primera boya, en completar el agua...). Creo que este vivir en el momento (aun sin perder de vista el todo, el plan de entrenamiento, la competición entera, el calendario anual) es básico para no estresarse en esto.
Finalmente, una línea de pensamiento que voy a convertir en mi lema de marzo: seamos realistas, exíjamonos lo imposible. Sin una buena dosis de optimismo, de autoconfianza, de creernos la película y de visualizarnos como atletas o triatletas o deportistas de fondo, esto es una causa perdida. Seamos realistas, sí; pero tengamos expectativas altas de nosotros mismos. Así, con esta inyeccion de optimismo, empezamos marzo: nos vemos en la siguiente competición, el domingo que viene -ahí estaremos en la celebración anual de la primavera del deporte de fondo en el sureste, el V Trail Cabo de Gata-Níja -a ver si suben un poquito las temperaturas para que la cosa tenga algún viso de primavera. Allí nos vemos.

martes, 19 de febrero de 2013

Arisco con mis ilusiones. Desmontando mitos: una entrada un tanto tonta

A veces entrenar es, más que fuerza de voluntad, un destello de agallas, un acto de fe, un que les-den-por-donde-más-les-duela, un acto de rebeldia, un sentirse tan tan tan especial, un porque-yo-lo-valgo, un acto de amor hacia uno mismo y hacia las ilusiones. A veces, vencer a la pereza o esquivar la protesta de las piernas es lo mejor que le puede pasar a uno. Eso, más o menos, me pasó ayer por la tarde -después de la paliza de bici de la mañana, tenía todas las papeletas para echar en el olvido una sesión de carrera necesaria a dos semanas del Trail de Cabo de Gata, ya sabéis, la puesta de largo de la primavera. Menos mal que le eché un poco de estómago y fe: al final, 15k, incluyendo cuestas y un recorrido urbano por la ciudad de Almería por avenidas y lugares que en mi vida había recorrido a bordo de unas zapas. Eso es lo bueno que tiene esto del deporte, no me canso de decirlo: la oportunidad que te brinda de hacer cosas por primera vez.
Con este tono tan vital, os preguntaréis que qué pasa con el título de la entrada de hoy. Después de todo, tras terminar ayer una semana de 13 horas de entrenos, con 8500m agua, 169k de  bici, 36k de carrera a pie y su ratito de gym, me tendría que sentir con las pilas cargadas. Más cuando la semana fue un tira y afloja contra las obligaciones, el trabajo, la falta de tiempo y la duda metódica.
Sin embargo, tanto destello de agallas a veces se convierte en sobredosis, y el acúmulo de actos de fe de la semana te acaba dando un bofetón en la cara; un bofetón con forma de interrogante del que salen, en un momento, todas las preguntas chungas del Pepito Grillo que todos llevamos dentro: ¿para qué haces esto? ¿para qué tanto esfuerzo? ¿no te das cuenta de que eres un manta? ¿no te das cuenta de que en la vida vas a nadar bien? ¿no te das cuenta de que estás echando  una media de 2 horas diarias de tu vida en algo que no te va a llevar a ningún sitio? ¿no te das cuenta de que no cuadras en el ambiente imperante en clubes, grupos, grupetas, cámaras de llamada y líneas de salida? ¿es que no estás harto de que tanta gente esté haciendo negocio con esto y tú estés participando en el dispendio con la que está cayendo en el país? ¿no te harta ser parte de esa férrea estructura jerárquica de estrellas, máquinas, cracks, pingüinos y mantas? ¿tienes todavía edad de jugar a esos juegos de estrategia y egolatría?
Y sí: uno se guarda al Pepito Grillo en el bolsillo, echa la vista atrás y recuerda que está en esto por superación, por gusto, por crecimiento personal. Y se acuerda de que, alguna vez hasta ha servido de inspiración a algunos otros deportistas populares; y sí, todo vuelve a cuadrar. Precariamente pero cuadra. Y me acuerdo de mi enfoque reflexivo y sus ecos en esta magnífica entrada de Manu Sánchez: "Pensamientos en largas horas de entrenos" , y encajan todas las cosas que el Pepito Grillo malo ha pasado por alto: mi evolución personal, mi disciplina, mi fuerza de voluntad, mis proyectos, mi crecimiento, mi progreso. Y, sobre todo, algo que decía Manu también en esa entrada: en el deporte de fondo y en el triatlón, "nadie te puede quitar nada porque lo que consigues es gracias a ti y a tu esfuerzo". Y esa es la realidad: en días como hoy me doy cuenta de que los ataques de agallas me han traído hasta aquí y que en esto, casi siempre, uno se lo guisa y uno se lo come, solo como la una. Hay que mantener la mente fría, el corazón caliente y ser consciente de que, igual que nadie te puede quitar nada, tampoco nadie te lo regalará. Perdonen la bruma de escepticismo personal y social que me invade hoy. Perdonen que no me levante pero el mundillo, los mundillos, el de Pepito Grillo y el del resto,  me tienen un poco aburrido. ¿Viva el individualismo?

jueves, 14 de febrero de 2013

Triatlón, yoga y otros misticismos en febrero

En la entrada de hoy podría comentaros que el lunes volví a meterme un entreno de 3000m en el agua, o que el domingo me defendí en una vuelta a Enix con la bici subiendo a plato Las Parrillas, o que tengo un tirón en un gemelo que me ha hecho tunear (cómo no) los entrenos de esta semana, o que quedan dos meses para el MD de Elche, o que ya estoy inscrito en mi celebración particular anual de la primavera (el Trail de Cabo de Gata del próximo 3 de marzo), o que no consigo que nadie me diga que he mejorado en natación en el último año. También podría aburriros hasta decir basta. Por eso, también porque estoy un poquito disperso y necesitado de desbarres extra en este mes de febrero, os cuento otras cosas: y es que, veréis, la semana pasada me dio por comprarme un precioso libro de yoga ("Mi guía de yoga. Teoría y práctica, paso a paso" de Gloria Rosales y Gordana Vranjes, Ediciones Invisibles, Barcelona, 2012). No es que esté haciendo yoga (todavía no), pero llevo unas semanas indagando sobre la posible conexión del yoga con los deportes de resistencia y las posibilidades que pueda tener en la mejora en el rendimiento, en la fortaleza mental y en la relajación y el descanso y recuperación. Después de todo, visto lo visto y teniendo ya super asumido que las únicas mejoras en mi calidad como triatleta van a llegar por la vía de acumular experiencia y por atacar distancias mayores, me parece interesante afrontar el futuro con mucha filosofía y con muchas ganas de aprender lo que sea. Y si, al igual que disfruto aprendiendo de nutrición y de cereales raros y de índices glucémicos, puedo disfrutar de lo que hay detrás de los abdominales isométricos, pues, nada: no se hable más.
Como, por ahora,  no tengo ni idea de yoga, lo único que puedo comentar, de momento, es que me empezó a interesar por un artículo bastante malo en la revista Triatlón. El tema postural, de fortalecimiento muscular y de trabajo de core me parecen interesantes; sin embargo, cuál no habrá sido mi sorpresa cuando hojeando el libro este me empiezan a sonar tantas y tantas cosas. De repente es como si lo que estas dos autoras proponen sobre los planteamientos filosóficos y místicos del yoga me sonara a una declaración de principios sobre lo que es el triatlón o, al menos, lo que está siendo para mí este recorrido de aprendizaje en este deporte que tiene tanto de mental. Os pongo algunos extractos para que os hagáis una idea de lo que digo:
"Sólo si pasas por los mismos sitios verás los cambios"
"Compromiso. Satisfacción. Alegría. Diciplina. Comprensión. Ser el dueño de tu vida..."
"Lo haré porque quiero. Lo haré porque puedo"
"El pasado es historia. El futuro es un misterio. Y este momento es un regalo. Por eso lo denominan presente"
"Intenta mantenerte en el momento presente"
"Nota qué pasa en tu cuerpo"
"Actúa... Si deseas algo, da los pasos necesarios que te acercarán a tu objetivo"
"No te compares: Cada uno es distinto y vive circunstancias diferentes"
"Acéptate: Si te observas honestamente, verás cosas que te gustan y cosas que no. Tener autoestima no es sólo tener cosas buenas, sino poder aceptar las que no te gustan tanto"
"Intenta mantener la mente de principiante: La mente de principiante es receptiva, está abierta a muchas posiblidades..."
"Nada pasa si ti" 
Con semejante bombardeo de filosofías del tres al cuarto cerramos hoy la entrada. Prometo contaros algo más cuando consiga aclarar si todas estas coincidencias en la filosofía pueden ayudarme algo como deportista. Aquí nos quedamos hoy: om.

sábado, 2 de febrero de 2013

Reflexiones al comenzar febrero: cansancio, twits, vasos llenos y vacíos

Nubes para comenzar febrero: reflexiones y #palante
Terminó enero. Y decía T.S.Eliot que "abril es el mes más cruel", pero este enero creo que le podría hacer sombra a cualquier mes cruel que se precie. Me ha costado bastante engancharme a 2013; para muestra, el botón de mis números del mes: 34 horas de entrenos para 30100m de agua, 134k de bici, 115k de carrera, gimnasio y algunas sesiones de rodillo, una carrera de 10k y una media maratón. Visto así, lo mismo no está tan mal; pero las sensaciones han sido de ir con la lengua fuera, con preocupaciones varias (relacionadas con el deporte, con mi madre,  con el trabajo) y con sensaciones bastante precarias: como si entrenara pero no llegara a creérmelo. En la banda sonora del mes suenan Mumford&Sons, mi trainer diciéndome que "soy muy diésel y me falta un poco de chispa" o que "estoy muy fuerte pero..." o un buen nadador y mejor paratriatleta sentenciando que "me sigo peleando mucho con el agua y que no termino de despegar". En esto, las opiniones de la gente cuentan y ayudan muchas veces, otras como que te sumen en un gran desánimo.
En todo esto de contar con consejos, ánimos, desánimos y neuras compartidas, estoy últimamente muy enganchado a Twitter. La verdad es que a veces las palmadas en el hombro a través de un twit, ya sea de gente conocida o gente desconocida, ayudan a llevar esto. Esto que es un placer, pero que, en determinados días o semanas, combinado con la vida extradeportiva, cuesta un poco o, directamente, mucho. Aparte de compartir ánimos o entrenos o ráfagas de vida deportiva amateur, determinados perfiles de deportistas pro a veces te alumbran y te hacen ver las cosas más claras, o te las confirman sin más. Hoy, a bordo de una garganta irritada que espero no sea el comienzo de un resfriado más serio, me he acordado de dos de esos twits leídos esta semana.
El primero es de Hag Higdon, un maratoniano americano muy famoso que ha escrito varios libros sobre planes para preparar maratones -el twit es el siguiente:  "Injured? Caught a cold? Busy at work or at home? At certain times, complete rest makes more sense than incomplete training." Pues eso, que si te has lesionado, que si tienes un resfriado o que si estás muy ocupado en el curro o en casa, mejor dejar los entrenos: a veces el descanso completo tiene más sentido que el entrenamiento incompleto.La idea, que es muy sencilla pero muy difícil de llevar a la práctica cuando te gusta entrenar  y cuando quieres progresar y cuando tienes un entrenador que te manda el plan semanal los domingos por la noche, me ha sido muy útil para capear con esta semana. Terminé cansado de la Media: el lunes nadé, el martes nadé de nuevo, el miércoles corrí un poco y fui al gimnasio; el jueves, por fin, caí en la cuenta de que tenía que descansar; ayer volví a nadar y, hoy, con la bici ajustada y preparada, he decidido no salir a rodar porque me encontraba resfriado. Higdon y su twit me han dado ideas: también alguna gente en Twitter que me ha dicho que se nota que mi cuerpo está pidiendo descanso.
En fin, el segundo twit que me apetecía comentar es de Matthew Russell, un triatleta americano pro (tan buen pro que hasta se hace seguidor de mindundis como yo cuando lo sigues en Twitter). El tuit es el siguiente: " exists to promote proactive lifestyles, community involvement, friendship and competition through the sport. ". Es decir, el triatlón existe para promocionar estilos de vida proactivos, la implicación de la comunidad, la amistad y la competición deportiva. Me ha gustado lo del estilo de vida proactivo porque es una de las razones importantes por las que hago deporte: hago deporte por vivir mejor y de manera más sana, y eso implica enfrentarse a esto de una manera holística e integral. Puede sonar ñoño y tonto, pero me concibo mejor como deportista amateur si reciclo, si me muevo en bici por la ciudad, si intento proteger el medio ambiente y apoyo a quienes exigen que se proteja, si como sano, si tengo hábitos saludables, si intento ser responsable en mis hábitos de consumo. Para mí, todo esto tiene que ver con ser deportista y con llevar un estilo de vida proactivo -y, ya puestos, os confesaré algo que me intriga desde hace tiempo y que no puedo entender, estos que salen del gimnasio y se encienden un cigarro.Y, por cierto, tras mucho darle vueltas al tema: no creo que agobiarse o venirse abajo por no poder completar los entrenos del plan semanal entre dentro de un estilo de vida proactivo. En cuanto a lo de la comunidad que dice Russell, ya he mencionado muchas veces en este blog la de gente estupenda que he conocido en mi recorrido runner y de aprendiz de triatleta. Los apoyos y palmaditas en el hombro mutuas en Twitter son, creo, un ejemplo de esa implicación comunitaria.
Termino hoy, y termino comentando que quedan poco más de dos meses para Elche y recurriendo a mi consejo preferido para mis estudiantes de inglés: el vaso hay que verlo siempre medio lleno. Si no, el proceso, el aprendizaje, el progreso no tienen ningún sentido.