El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Rumbo al Maratón de Málaga

Pues supongo que, al escribirlo aquí, lo hago oficial: el 6 de diciembre próximo quiero correr el que será (espero) mi segundo maratón. Nos vamos para Málaga... Después de mucho dar vueltas y muchas dudas y muchas comeduras de tarro, la decisión está tomada, más o menos. Digo más o menos porque la inscripción todavía está sin hacer. Bueno, ¿a qué se deben tantas dudas y vueltas? Pues supongo que a la exigencia de la preparación: después de pasar julio y agosto tan concentrado en nadar, biciclear y correr, el meter semanas de 70-80 kms en carrera a pie dificulta muchísimo dedicar 3 sesiones a la piscina y otras 3 a la bicicleta. Bueno, se hará lo que se pueda.
De momento, el mes de septiembre está yendo muy orientado a la carrera a pie. De eso dan fe mis entrenamientos. Desde que volví a Almería no he cogido la bici de carretera: me da una pereza enorme salir de la ciudad y ponerme en situación. Cuánto echo de menos la comodidad de Torrecaballeros a la hora de coger la bici y la carretera... En cuanto a la piscina, pocos, muy pocos metros este mes: 1700 (1 día) en la semana del 6 al 12; y 3500 (dos días) en la semana del 13 al 19. Espero, a la mayor brevedad posible, retomar el ritmo que había conseguido coger en verano. Tal ritmo me dejó claro que, sin un mínimo de tres días semanales, no hay progreso en el agua.
En cuanto a carrera, las cosas van bien: las dos primeras semanas, 54 kms cada una. La semana pasada, la del 13 al 19, fue la primera de entrenos específicos para Málaga: terminó la cosa con un total de 67 kms y un primer rodaje largo de 26 kms el domingo. Básicamente, el plan de entrenamiento es el mismo que seguimos el año pasado para Donosti pero con un recorte de semanas: en vez de 16 semanas, se queda en 12. Por lo demás, 6 sesiones semanales: dos días de rellenar kilómetros, una tirada larga, y tres sesiones de velocidad (ritmo de carrera, tempo progresivo, fartlek). Hoy, por ejemplo, tocaban 8 kms tempo, que han salido a 4'16'' el km: el i-pod me ha ayudado a superar la temperatura y la humedad y a salir airoso del asunto.
Seguiremos actualizando.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Crónica de un verano: epílogo corriendo por los valles del Clamores y el Eresma


Parece que no me resigno a que se hayan acabado las vacaciones. Parece que quiero seguir hablando del verano y de todo lo que he hecho en julio y agosto. La cosa es que ayer, después de terminar la entrada, me di cuenta de que no había reseñado una de las mejores rutas que hay para correr en Segovia. En realidad, creo que es uno de los espacios naturales-urbanos más bonitos por los que he corrido nunca (a la altura de NY, Londres, Helsinki, Estocolmo o Copenhague). Además, de bonito, tiene la ventaja de ser muy fresco, con un terreno estupendo para correr y suele tener bastante ambiente runner.
Desvelo ya la intriga: en Segovia capital, existe una senda natural acondicionada que le da la vuelta al casco antiguo y que discurre por los valles del Eresma y del Clamores. Si estáis de visita en Segovia y corréis, no debéis perderos esta maravilla: podéis coger la ruta en varios sitios, por la zona de San Lorenzo, por la Alameda del Parral, por la Fuencisla, o, en el otro extremo de la ciudad, en el Puente Sancti Spiritus (al final del Paseo de Ezequiel González). Bueno, el recorrido total desde el final de la Alameda hasta Sancti Spiritus son unos 3 kms, con unos ligeros repechos si vamos en dirección Sancti Spiritus; repechos que luego, bajando en sentido contrario, nos ayudan a recuperar el resuello y animarmos para hacer otra vuelta más. El entorno es un verdadero lujo: el agua del Eresma, la vegetación de floresta, las vistas del Alcázar y de todo el perfil monumental del casco antiguo segoviano, la Catedral, los huertos y bancales que abundan por el recorrido.
Para quien no quiera repetir la ruta y no se conforme con los 6 de ida y vuelta, el Eresma tiene un camino natural admirablemente acondicionado y limpio que puede servir de continuación para la otra ruta. El enlace con la ruta del Eresma se hace en el puente de la Fuencisla. Ah, para estirar, sin duda la pradera de San Marcos: las vistas del Alcázar convierten los estiramientos en algo muy especial.
Bueno, con esta entrada, este epílogo segoviano, prometo dar por zanjado el tema del verano 2010.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El triatleta disciplinado en Segovia: crónica de un verano (segunda, tercera y cuarta parte)

Han pasado ya muchos días (exactamente 18) desde que dejé Segovia. Pero como no termine la crónica del verano no seré capaz de continuar con el blog ni con mis últimas novedades de entrenamiento y mis planes. Las últimas novedades irán en entradas futuras, que hoy toca hablar de Segovia. Recordar Segovia. Recordar el verano. Y es que, qué fácil es ser triatleta disciplinado cuando uno está de vacaciones. Doblar sesiones, combinar entrenamientos (4 días de carrera, 3 de bici, 3 de piscina): todo eso es (más) posible cuando uno está de vacaciones.
Como sería muy pesado hablar de todos esos entrenamientos, decido pasar página con unas cuantas pinceladas de cada disciplina.
Correr en Segovia: pues bueno, desde la zona de Torrecaballeros-Basardilla, hay innumerables posibilidades por asfalto y carreteras tranquilas o bien por ramales y cordeles de la cañada real que recorre la zona. Impagable el entrenamiento en esta zona: toboganes y buen terreno que me han dejado en una buenísima forma en carrera. (Hablando de carreras, el 21 de agosto participé en la V Carrera del Esquileo: bonita carrera, con un calor insoportable, eso sí).
Ciclismo de carretera en Segovia: una mezcla de sensaciones. Extraordinario ambiente ciclista en la provincia, con carreras de verano, entrenamientos masivos, clubes... A mí el entranamiento por la N110 y por la SG2222 me han dejado una mayor confianza sobre la bici, 850 kms, un moreno albañil-ciclista que ya se me está yendo, mi primera caída con los pedales automáticos y mi primera tormeta y chaparrón a bordo de la bici.
Nadar en Segovia: gracias a la piscina cubierta de la Granja, a diferencia de otros veranos, he podido continuar con el entrenamiento, comprobando que no hay nada para mejorar un poquito nadando que la continuidad. Tres días semanales a los que debería, ahora, seguir aspirando. Mejor dicho, a los que debería forzarme...
Cierro con esto mis reflexiones y recuerdos de las vacaciones. En una próxima entrada, borrón y cuenta nueva: septiembre y mis planes para el otoño-invierno.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Running in London: crónica de un verano (primera parte)


Por una vez voy a poner aquí una entrada que pretende ser útil. Porque, claro, un blog deportivo debería servirle a la gente que lo lee para algo y, como habréis podido comprobar, este no es el caso del mío. Bueno, espero que lo que voy a escribir le sirva a quienes quieran correr por Londres y no sepan o no tengan del todo claro por dónde hacerlo.
Y es que, con un verano tan kilométrico, no podía dejar de escribir minicrónicas de las distintas cosas que he ido haciendo en julio y agosto. Y una de las joyas de la corona de mi verano ha sido, sin duda, Londres. Hacía unos cuantos años que no volvía, creo que desde 2004, y mi sorpresa, deportivamente hablando, ha sido mayúscula. Me he encontrado una ciudad cambiada: más cosmopolita si cabe, más versátil, más llena de contrastes, más ciclista, más runner. Más triatlética. La cantidad de gente que se mueve en bicicleta o corriendo por Londres es enorme. Gente con mochilas, gente con bicis de carretera, gente que practica deporte yendo o volviendo del trabajo. Un espectáculo. Nada que ver con la triste situación en España en cuanto a ciclismo urbano se refiere...
De todos modos, antes de que me vaya por las ramas, me centro en el tema: durante mi semana londinense, salieron 64 kms de carrera a pie, repartidos en 6 días. Como estábamos alojados justo detrás de la Tate Modern, al ladito del Támesis, la opción era clara: correr a lo largo del río en una u otra o ambas direcciones... Si queréis hacer un poco de sightseeing y a la vez correr, no lo dudéis: el Thames Path es el recorrido. Este sendero, totalmente acondicionado y señalizado, recorre el Támesis desde el nacimiento hasta la desembocadura. 346 kms que invitan a realizarlo en su totalidad en plan senderismo o en bici (otro proyecto más para el futuro), pero que en el tramo por la ciudad de Londres permiten esa combinación estupenda de carrera y visita de la ciudad. Supongo que ya lo he dicho en alguna otra ocasión en este blog, pero correr en una ciudad diferente a la tuya te permite visitarla y vivirla de una manera muy especial. Para un runner, ver las ciudades acompañado de otra gente que corre es casi casi imprescindible. Bueno, volviendo a Londres: cualquier tramo del Thames Path es bueno; menciono quizá el tramo estelar, desde Tower Bridge hasta Westminster. Muy bonito de hacer, también, si cruzamos el Millenium Bridge, justo enfrente de la Tate Modern, y seguimos hasta Westminster por la orilla norte. La única precaución que tenéis que tener es estar pendientes de los posibles desvíos por obras: todo perfectamente señalizado con carteles en los que pondrá diversion. Otra precaución, cuidado con las aglomeraciones en algunas zonas (por ejemplo en las inmediaciones del London Eye). De todas maneras, en Londres la gente está acostumbrada a los runners, y es todo un misterio cómo entre verdaderas riadas de turistas y de londinenses, la gente va corriendo a ritmos verdaderamente altos y arriesgados y no ves ni un solo frenazo ni empujón.
Otras zonas para correr, además del río: los parques (Kensington Gardens y Hyde Park, pueden ser una buena opción). Quizás puede merecer la pena desplazarse e ir a conocer dos parques un poco más alejados del centro pero que tienen espacios increíbles para correr: Wimbledon Common y Richmond Park. Este último es el parque urbano más grande de Europa y, si estáis en la zona, puede merecer la pena correr por el Thames Path entre Richmond, Petersham y Ham y luego hacer una entrada en el parque.
Finalmente, una opción sorprendente es el Grand Union Canal. Los canales en Inglaterra son parte del patrimonio industrial y natural y están perfectamente mantenidos y conservados. Correr por el towpath de un canal es otra de las opciones que ofrece Londres. El Grand Union tiene diversos ramales por el oeste y el este de Londres; os recomiendo el recorrido desde Paddington hasta Kings Cross, pasando por Little Venice y Camden. Si queréis hacer más distancia, el canal llega hasta el Támesis en Limehouse y atraviesa todo el East End.
Bueno, espero que si corréis por Londres lo disfrutéis tanto como yo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Back on track: de vuelta de un verano kilométrico

Después de dos meses de vacaciones, retomo el blog, retomo el trabajo, retomo la rutina. Las vacaciones no se hacen nunca largas (por lo menos a mí); sin embargo, estas que acaban de terminar me han cundido y mentiría si dijera que el verano no ha sido kilométrico. Me propuse varios objetivos para llevar el equipaje que hice en junio; aunque todo es mejorable, deportivamente hablando me pongo un notable alto en el cumplimiento de objetivos y en entrenamiento. Además, el entrenamiento ha sido, esta vez, plenamente triatlético (Juanjo Millás diría ¿qué diablos significa 'triatlético'?) Así, entre pitos y flautas, entre obligaciones familiares, sudokus, lecturas de verano, comilonas y sensaciones varias, las cosas han pintado de la siguiente manera:

Carrera a pie: 414 kms entre julio (205 kms) y agosto (209 kms)
Piscina: 34850 metros entre julio (19750 m) y agosto (15100 m)
Bicicleta: 849 kms entre julio (597 kms) y agosto (252 kms).

Por metros que no quede. Aunque no todo es la cantidad en la vida, estoy satisfecho de esos kilometrajes. Semanas de 6, 8, 9, 10 entrenos; con muchos días de combinar disciplinas. Estoy satisfecho también con la calidad de esos entrenamientos -la provincia de Segovia es ideal para entrenos buenos: toboganes, cuestas, bajadas y subidas que me han dejado en unas condiciones estupendas para continuar entrenando ahora en septiembre. Continuar entrenando no sé muy bien para qué, pero ya se aclararán las cosas...
Por lo demás, he corrido (y disfrutado corriendo) por Londres (ya daré cuenta de ello en otra entrada), me he soltado mucho más en mi bici de carretera (no he subido el Puerto de Navacerrada, pero he hecho carretera de verdad y me siento mucho más cómodo ahora encaramado/enganchado a mi Trek), he continuado nadando (gracias a la piscina cubierta de La Granja no he tenido el parón de otros veranos, y aunque he abusado un poco del pull, he notado alguna mejoría de tiempos y de técnica).
Pues eso: aunque el blog ha estado parado, el eterno aprendiz de triatleta ha aprovechado el verano. En próximas entradas, algunos detalles más. De momento, saludos. Un placer volver a escribir por aquí.