El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

jueves, 29 de abril de 2010

Habemus...Trek 2.5

Pues sí. Lo habéis adivinado: esta era la noticia que me dejé en la manga el lunes pasado. Al final, después de un mes (o más) de mucho meditar, consultar webs, foros, almohadas y opiniones varias, me decidí por la Trek 2.5. Un mes de ponerme al día en el vocabulario de las bicis de carretera y su significado oculto: materiales, cuadros, grupos, horquillas, tirantes, bielas, tubo del sillín, tubo superior, doble-doble compacto-triple, tallas, mediciones antropométricas, potencia, tijas de carbono, vainas, geometrías más pro o menos pro... En fin, un nuevo mundo que, a los ojos de un profano, resulta (¿resultaba?) complicado. Bueno, ahí la tenéis: una bici en aluminio hidroformado, con horquilla de carbono, con un grupo Ultegra y plato doble-compacto. Y roja, que, coincidiréis conmigo, el color también importa. De momento está tan sólo encargada, por lo que no os puedo comentar mucho más. Sólo que comienza una etapa nueva de maillots, culottes, badanas, pedales automáticos y miles de sensaciones raras por venir. La primera, me siento un poco como si estuviera traicionando a la carrera a pie y a mis Saucony con este paso que he dado.

lunes, 26 de abril de 2010

10 kms del Puerto de Almería 2010: soy chico sub 38'


Aquí vuelvo: sano y salvo (y con la cabeza alta) de mi último compromiso reconocido de esta temporada. Vuelvo a ritmo de celebración -con mi rooibos y con el último disco de Christian Scott, Yesterday You Said Tomorrow, de fondo. Un lujo, tanto el rooibos como la trompeta de Scott. Así que mejor no perder más tiempo y enfilar ya la crónica de la cuarta edición de los 10 kms del Puerto de Almería. No me encontraba animado, ya lo comenté en entradas anteriores; no sé si es miedo escénico u otra cosa, pero últimamente no hay carrera que afronte con gusto. El día antes y el momento despertar los vivo como verdaderas crisis de mi carrera deportiva. No puedo hablar de nervios porque nervioso no me pongo, pero motivación no derrocho... Claro que luego suena el disparo de salida y me tengo que comer mis palabras y la motivación, que se me sale a borbotones... La cosa este año consistía en seguir la buena racha y bajar mi tiempo de 10 kms: detrás de mí tenía una gran reserva de tranquilidad, porque, después de todo, había bajado mi tiempo en Media Maratón dos semanas antes, así que, si no cumplía otra vez con mi rito-reto particular, tampoco iba a pasar nada. Más se perdió en Cuba... Claro que la cosa consiste en que, como siempre, suena el disparo y me animo y ya no hay vuelta atrás: además, ¿cómo iba a desperdiciar tanta ventaja? Un recorrido totalmente llano, al lado del mar, contemplando las mejores vistas de la bahía de Almería. Un lujo para los sentidos. Un lujo para el sistema cardiovascular el tema de la supercompensación de la Media de Málaga: justo dos domingos después, todo son ventajas para volar. La crónica está ya medio hecha: la carrera, tan bonita como las otras ediciones; mucha gente, mucha más que en ediciones anteriores; calor, más del deseable... Saludos, conversaciones varias, los runners almerienses de siempre y algunos más, que se nota que cada vez corre más gente. (Inciso: ¿está todo el mundo que corre carreras preparado para correr? No sé, ayer se tuvieron que llevar a dos participantes en ambulancia. La cosa da que pensar, ¿no?). Siguiendo con el tema: ritmo constante desde el principio y buenas sensaciones hasta el kilómetro 7 o así; a partir de ahí, sigo el mismo ritmo más o menos pero ya deseando terminar. Kilómetro 9: ufff, menos mal que queda sólo un kilómetro. Algún animo en la recta final. Enfilo recta y entrada en meta. El 32. El 11 de mi categoría. Termino en 37'41'', bajo mi marca de 10 kms en 48 segundos. No está mal la cosa.
Por cierto, aprovecho para recomendaros el McMillan Running Calculator, una herramienta estupenda para predecir tiempos en distancias varias introduciendo los datos de una carrera reciente. Para que os hagáis una idea, al meter mi tiempo de la Media de Málaga, la calculadora esta me predijo un tiempo de 37'44'' en 10 kms. Tres segundos más de lo que hice ayer. La cosa no se queda ahí sino que también te da los ritmos de entrenamiento adecuados para el nivel concreto que tienes en un momento dado. Estupendo, ¿no?
Por lo demás, me dejo una super noticia guardada en el bolsillo. Como no puedo mezclar churras y merinas en la misma entrada, prometo volver por aquí lo antes posible (¿mañana mismo?) y así salimos de dudas... Saludos.

viernes, 23 de abril de 2010

Una semana normalita: mediciones antropométricas y camino a los 10k del Puerto

Parece que si uno tiene un blog le tienen que pasar cosas extraordinarias todo los días. Parece que si uno tiene un blog relacionado con el deporte tuviera que realizar hazañas físicas todos los días (o por lo menos, todas las semanas). La realidad no es así: esta semana entra dentro de la categoría 'semana tonta', ni que sí, ni que no. Ni fu, ni fa, vamos.
Como el domingo son los 10 kms del Puerto de Almería (uff, qué poca motivación...), sólo he salido a correr dos días (a hacer 10 kms el miércoles y otros 10 ayer jueves). Nada reseñable, un final progresivo garboso el miércoles y dos 500 semi-garbosos ayer, por eso de que las piernas no se olviden del ritmo. Por lo demás, he hecho un paréntesis en el plan de acondicionamiento ciclista: esta semana me he dedicado a seguir curioseando los miles de foros ciclistas del mundo on-line y a hacerme todo tipo de mediciones antropométricas. Juas. Desde aquí aconsejo el Fit Calculator, la heramienta que Competitive Cyclist tienen para obtener desde la talla de la bici a la altura del sillín pasando por la longitud de la potencia. Muy curioso, me ha servido para subir hoy la altura del sillín y darme cuenta de la cantidad de energía que desperdiciaba con el sillín más bajo... Por lo demás, en el capítulo bici sigo en un mar de dudas: ¿Trek 2.3 o Trek 2.5?
Para terminar, he estado hace un rato en la piscina: una sesión pachanguera total, 10 x 100 m; con algún atisbo de buenas sensaciones, pero en general muy lento: poco motivado también, cada vez hay más gente en las Almadrabillas. Calles con 3 y 4 personas; lo mejor de eso es que te puede tocar dentro de la calle alguien que te diga "no sal tú, que vas más rápido", como me ha pasado hoy. Lo peor, que te puede tocar algún kamikaze, como la señora guiri mala bestia que me ha tocado hoy en suerte... Un pedazo de alemana sesentona que nos ha dado tropecientas pasadas sin ningún tipo de miramientos; ay, esa gente que no tiene en cuenta el sentido de circulación de las calles y que provoca choques frontales... Bueno, voy a comer.

martes, 20 de abril de 2010

Una bandada de flamencos, recuperación de Málaga y otros asuntos tri


Mejorar mi marca en la Media de Málaga me dejó un poco tocado. No tanto física como mentalmente. Entre unas cosas y otras, la semana pasada pasó con cinco días de descanso casi total: digo casi total porque aproveché para comenzar un plan de puesta en forma ciclista. El caso es no parar. Como este es el blog de un futuro triatleta os actualizo un poco en cada una de las tres disciplinas.
A ver, ya que estoy con lo de la media maratón, comienzo con la carrera a pie. Hacer una media a 3'58'' cansa. Es lo que me ha dejado claro esta semana pasada: y, como decía arriba, no tanto en lo físico -creo que, una vez cumplido el objetivo (y cumplido está con creces) queda el tema del ¿ahora qué? Bueno, en mi caso, la respuesta a corto plazo es simple: ahora tocan los 10 kms del Puerto de Almería. Bajar o no bajar marca otra vez, esa es la cuestión. La verdad que tampoco me preocupa demasiado; sin embargo, si os cuento la planificación me diréis que tanto pensar y planificar será para algo. La semana pasada descansé de correr de lunes a viernes: además de que no me lo pedía el cuerpo, esa era la planificación, descansar para asimilar. En el fondo es tomarse la Media de Málaga (mi gran objetivo de la temporada) como un entreno de cara a los 10k del Puerto. En fin, qué enrevesado somos los deportistas... Al final, el sábado salí a hacer 10 km relajados -tirando de un cuerpo que todavía no quería: todo tiene su recompensa y, por el Camino de Ribera, vivimos uno de esos encuentros runner en la tercera fase que te hacen valorar aun más esto del correr. Ahí que vimos una inmensa nube rosa, una bandada de flamencos que iban camino de Cabo de Gata y que, tonterías de uno, parecían como una especie de buen presagio para futuras carreras. El domingo, para no dejar a los flamencos en entredicho, tocó tirada larga: 18 kms a 4'50 y tantos que se dieron bien, esta vez amenizados por un arco iris y por un chaparrón primaveral. En principio, la tirada larga tiene su por qué: si haces una tirada larga una semana después de una carrera te ayuda a mantener y consolidar la forma de tu última carrera. ¿Será verdad?
Pasando al siguiente asunto, el ciclismo, hay novedades: la primera, que sigo con la cabeza como un tambor con mi decisión de comprarme una bici de carretera (una flaca o burra, en el argot ciclista). ¿Trek o Specialized? ¿Trek 2.3 o Trek 2.5? ¿Shimano 105 o Shimano Ultegra? Peor que cuando me compré mi casa... La segunda novedad: estoy siguiendo un programa, en concreto el iniciados 1 del libro En forma con la bicicleta, un libro conciso y útil que, sin duda, me ayudará a llegar al Tourmalet si hace falta. Bueno, pues la semana pasada fue la semana 1: me tocaban 4 salidas, hice 3 al final. Son salidas cortitas al principio para ir construyendo una base de resistencia y kilometraje. Por curiosidad, el jueves hice 16.5k, el sábado 18.3 y el domingo 22.5, unos 57 kms en total a los que hay que sumar los habituales 6 diarios de ida y vuelta al trabajo. Yo y mi aparatosa MTB por calles y carreteras, todo un espectáculo.
Bueno, pues llegamos al tercer asunto: el agua. O sea, la natación. En blanco desde hace un montón de días. El curso-taller de Inmersión Total más que animarme y motivarme me desmotivó sobremanera. Anoche, por fin, volví a la piscina. Con sorpresa incluida: no sé ni cuántos metros hice (se me olvidó el gadget cuenta vueltas). La primera mitad con malas sensaciones. De repente, a partir de la mitad de la sesión, comienzo a notar algo raro: las baldosas de la piscina se mueven más rápido de lo normal. En realidad, se mueven rápido. Intento evaluar sobre la marcha qué me está pasando: ¿me está abduciendo una versión almadrabillera del espíritu de Phelps? No, más bien noto que estoy sincronizando la patada con el impulso de cada una de las caderas. Los brazos tan de puta pena en el recobro como siempre, pero la patada y las caderas mejor, mucho mejor. Bueno, eso fue anoche. Ya os contaré pronto sobre mi próxima sesión de piscina que, por lo menos, me quedé con buen sabor de boca y con ganas de seguir usando mis gafas nuevas Speedo. Hala, me toca desayunar.

lunes, 12 de abril de 2010

XX Media Maratón de Málaga: ritos, retos y la satisfacción de ser chico sub 1h24'


Después de dormir como un niño pequeño estoy ya casi preparado para escribir la crónica de la Media de Málaga. Crónica y reflexiones variadas, que cuando a mí me da por reflexionar... Y es que este fin de semana me ha dado fuerte por constatar todo lo que el deporte popular y las carreras tienen de rito: si a alguien le interesa este tema, que la antropología ha estudiado con cierta profundidad, que lea Ritos y rituales contemporáneos de Martine Segalen, una lecturita amena que puede ayudar a cualquier runner a ver las cosas desde otro punto de vista. Porque a todo el mundo le queda claro lo que la carrera a pie y las carreras tienen de reto personal pero quizás no llegamos a ver de manera tan clara lo que tienen de rito. Me explico: creo que no somos lo suficientemente conscientes de que corremos y repetimos carreras para tener la ilusión de que todo sigue igual. Los ritos son celebraciones, la mayoría de las veces, públicas, en que se celebra la vida y la continuidad de la vida. Así, corremos, nos atamos las zapas y nos inscribimos en carreras porque nos gusta correr, porque destilamos endorfinas, porque sí, pero también porque a través de ciertas prácticas repetidas y compartidas, vislumbramos la ilusión de que la vida es cíclica y, a su manera, eterna. Es decir, como nos podemos apuntar a carreras que funcionan siempre de la misma manera (inscripción, recogida de dorsal, costumbres personales de cada cual, calentamiento, salida, llegada a meta, entrega del chip...), nos hacemos la ilusión de que esto será así siempre y llegamos a pensar que la vida se mantiene intacta de una carrera a otra y de un año a otro.
Bueno, esto se intensifica cuando uno casi hace de una carrera su carrera fetiche y el objetivo de todos sus retos personales. Ahora, rito y reto se entrecruzan y animan un poco el cotarro. Eso es lo que me pasa a mí con Málaga, vamos, con la Media Maratón de Málaga... La corro año tras año y bajo mi marca año tras año. Hago del reto un rito. Un rito que me permite pensar que sigo vivo y que la vida (aunque este año es radicalmente distinto al pasado, aunque ya no está una persona a la que solía contarle todos estos rollos) sigue también viva.
Bueno, pues el fin de semana se ha desarrollado siguiendo el guión del rito: estancia en Málaga, paseos, tapitas en La Campana, visitas a la Tetería, compras de la noche del viernes en el super del Corte Inglés para el desayuno pre-carrera, el mismo hotel, los mismos nervios. Este año había un cambio de guión: la Media Maratón de Málaga no salía de Carranque sino del Estadio de Atletismo. A bote pronto, la localización un poco incómoda, allí donde Cristo perdió el gorro, camino de Torremolinos y casi en el aeropuerto. Después la cosa no es tan complicada y cogiendo el autobús se llega sin problemas y tal. Lo peor de los cambios no es la salida y llegada al nuevo estadio, que, además es muy bonito, sino el cambio de recorrido: han quitado la parte más bonita de la carrera, ya no se corre por el Paseo Marítimo Pablo Picasso hasta los Baños del Carmen ni tampoco por el Parque y la Alameda. Ahora el recorrido son dos vueltas por el Paseo Marítimo nuevo: todo llano, eso sí.
Pocos cambios más en el guión del rito-reto: ahí que llegamos Simón y yo al susodicho estadio con tiempo suficiente para estirar y calentar. Hace una mañana rara, nublada y con algo de levante. Guardarropas, hacer pis, estirar, calentar y a meterse al redil. El del dúo Sacapuntas anima la salida y ahí que dan el disparo de siempre. Comienza la parte más divertida y reflexiva del rito. Ahora te quedan 21,097 kms para medirte, para retarte, para comprobar si todo lo que has hecho ha merecido la pena. Bueno, mi idea, mi reto para este año es bajar de 1h25' y mejorar mi marca. Así que suena el disparo de salida y tengo claro que tengo que adelantar gente como sea: esto es tonto el último y como no me quite de encima cientos de personas en los dos primeros kilómetros soy hombre muerto. Pues eso, me dedico a pasar globos, el de 1h45', el de 1h40', el de 1h35', el de 1h30'. Ya no veo más globos: o no hay, o los han retirado o se me ha nublado la vista.
El resto es mantener ritmo. Van cayendo kilómetros por ese recorrido nuevo que peca de aburrido; la segunda pasada por el Paseo Marítimo se hace eterna. Paso el km 10 en 39' y poco. Paso el km 15 en menos de una hora. Creo que me voy manteniendo al mismo ritmo: 3'50 y tantos el mil. Queda cada vez menos y no me encuentro mal: a partir del km 18 voy sufriendo un poco pero básicamente me encuentro entero. De piernas más o menos bien, de cardio, bien. Km 19. El estadio. Km 20: me permito ir con cierto garbo. Voy a bajar de 1h25'. Lo veo claro. Entro en el estadio y aprieto lo que me permiten las fuerzas. Veo que, si me esfuerzo un poquito, bajo de 1h24''. Apretón final (sería muy pretencioso llamarlo sprint final) y ahí estoy: según mi reloj entro en meta en 1h23'57''. Tiempo oficial: 1h23'58''; puesto 312 en la general y 67 en mi categoría, con un promedio de 3'58'' por km. He bajado mi tiempo en 1 minuto y 21 segundos. He cumplido mi reto: he entrenado con cabeza estos meses, he metido velocidad de manera más sistemática, el trail de Cabo de Gata justo un mes antes, la ilusión, he acumulado kilómetros, todo me ha ayudado. Y otro año más: Málaga no me ha fallado y me ha permitido mejorar mi marca. Se ha cumplido el rito: sí, ha pasado un año pero me encuentro igual de bien que el año pasado o incluso mejor.

viernes, 9 de abril de 2010

Rumbo a la Media de Málaga: viento en popa...

A punto de salir para Málaga y con las Mizuno Wave Elixir en la bolsa. Supongo que con los deberes hechos. Todo muy tranquilo esta semana: dos salidas de 8 kms, relajaditas, pero con un mil potente el miércoles y dos 500 graciosos ayer jueves. Así que ya no queda más que estar tranquilo, dormir bien esta noche, disfrutar de Málaga mañana sábado y tener sangre fría el domingo para intentar ser runner sub-hora-25. El pronóstico de tiempo es bueno, quizás más temperatura de la cuenta (22 grados de máxima) y quizás un poco de más levante de la cuenta: de ahí lo del viento en popa...

martes, 6 de abril de 2010

Un proyecto de triatleta en el Parque Polvoranca: estado de la cuestión y recta final a la Media Maratón de Málaga

Aquí vuelvo. Después de una exageración de días sin entrar por aquí, retomo el blog: vuelve el proyecto de triatleta con uno de sus títulos de entrada en plan pretencioso y todo. Ha empezado ya el mes de abril; terminó marzo con las vacaciones de Semana Santa en Madrid, con el taller de Inmersión Total también en Madrid y con 236 kms acumulados en todo el mes. Kilómetros de carrera a pie, se sobreentiende, que este proyecto de triatleta está todavía en plena etapa runner. Terminó marzo así en plan balance, en plan examen de conciencia y en plan proyectos de mejora. Bueno, aquí van tres pilares básicos de lo que he reflexionado en mi etapa off-line.
En primer lugar, la carrera a pie va bien. Aprovechando la estancia en Madrid y el regusto amargo que el taller de Inmersión Total me pudo dejar, me marqué un montón de kilómetros en Alcorcón. Me encanta el Parque Polvoranca y la verdad es que estos días, con esos contrastes de nubes, claros, vientos directos de la nieve de la sierra, me ha hecho disfrutar mucho. 8 días en Madrid: 5 días de rodajes variaditos, 76 kms (qué locura). Ahí es nada, entre lagunas que han vuelto a aparecer por este invierno de lluvias, me jugué la penúltima semana antes de Málaga en plan kamikaze. Dos días de velocidad, con buenas pirámides de fartlek (almenas las llama alguna gente), rodajes relax, tirada larga. En fin, de todo. El domingo pasado me volví para Almería y me marqué 8 kms mediterráneos totales y redondos: redondo también el número de kilómetros con que cerré la semana (70, nada mal). Esta semana, llevo dos días de descanso y asimilación: tengo previsto hacer un par de rodajitos (8 y 10 kms) y, a partir del jueves, más descanso. A ver el domingo qué pasa. A veces me digo que no tiene sentido ser tan competitivo y estar tan metido en el rollo de querer bajar marca. Otras veces, la mayoría, me digo que me hace mucha ilusión poder seguir bajando marcas.
Bueno, continuamos con las reflexiones: la segunda se refiere a la natación. El curso-taller de Inmersión Total me pareción un tanto decepcionante. Una exageración de euros para pasar un mogollón de frío en una piscina muy mal climatizada y acabar dándome cuenta de que la única solución para avanzar es hacer ejercicios de técnica. El monitor-instructor tampoco pasará a los anales de la natación ni por su afán didáctico ni por su capacidad para motivar. Puntos buenos: la filmación de mi estilo (o, mejor dicho, de mi ausencia de estilo) y el análisis de errores. Que si muevo los brazos en plan molino, que si estoy muy tenso, que si poco rolido, que demasiada frecuencia de brazada para nada... En fin, estáis frente a un nadador del montón tirando a malo muy malo. Luego está que las propuestas de TI pueden ser buenas para gente de esta que tiene la inteligencia corporal-kinética a flor de piel. Creo que no es mi caso. Y ayer, ya de vuelta en las Almadrabillas, tuve unas malas sensaciones terribles: una mezcla de intento de crol tradicional con crol TI que me ha ralentizado aún más y que tiene mis recorridos neuronales totalmente despistados. Eso sí, voy en plan tranquilo por el agua sin chapotear y sin armar ruido, que, al fin y al cabo, es uno de los objetivos del método TI. Como un barco al que le hiciera falta un motor fuera borda. Conclusión: la natación, regular tirando a mal.
Tercera reflexión: pues sí -lo habéis adivinado... Toca hablar de la bici. Tanto dar vueltas, que si no me merece la pena meterme en semejante embolao, que qué hago yo ahora en plan ciclista de carretera, que cómo me voy a gastar una pasta gansa en una bici nueva... Tanto dar vueltas para acabar de tiendas de bicis ayer. Para acabar pensando que me hace una ilusión tremenda empezar algo otra vez desde cero. La duda ahora: ¿Trek o Specialized?